El periodista y conductor Osvaldo Quiroga, ganador del Premio Konex de Platino en 1997 y conductor y creador de programas como “El refugio de la cultura” y “Otra trama” (levantado por decisión del Gobierno nacional tras 24 años de presencia ininterrumpida en la Televisión Pública), pasó por la Feria del Libro de Tucumán. Estuvo ayer conversando con Emi Pizarro sobre su libro “La Argentina increíble: historias de viveza criolla en un país de novela”; y luego dialogó con Lourdes Ganin sobre su libro “¿Te veo?”, acerca de la televisión tucumana. Antes de estas presentaciones, y desde Buenos Aires, Quiroga mantuvo un diálogo con LA GACETA.
Feria del Libro de Tucumán: cómo influyen las redes en los gustos literarios- ¿Qué sentís que representan hoy eventos como éste?
- En un momento cuando la cultura es tan atacada desde el Estado, es decir, desde el gobierno de Javier Milei, cualquier feria del libro es para mí un acto de resistencia. En estos días me acordé de aquel poema de Juan Gelman que dice que hay que aprender a resistir, ni a irse ni a quedarse, a resistir. Aunque es seguro que habrá más penas y olvidos. Me parece que es un momento de resistencia cultural. Y la Feria del Libro de Tucumán me parece una fiesta. Es importante defenderla y que exista con la envergadura que tiene.
- ¿En qué contribuye una feria?
- Tiene muy buena repercusión en el público, aun cuando el libro atraviesa una crisis importante; uno puede mirar los libros, a lo mejor compra después cuando tiene plata. Pero se produce un diálogo entre libros, lectores, escritores, y eso es central. Es una semilla. En la de Buenos Aires tuvimos cerca de un 1,2 millón de espectadores. La gente responde, las convierten en un paseo entre libros y en una oportunidad.
- ¿Cómo incide la cultura en la construcción de la identidad de los pueblos?
- Incide bastante, por supuesto. Por ejemplo, tomamos un clásico como Jorge Luis Borges, que escribe en argentino. Si lo leés vas a ver el idioma de los argentinos y cómo propone tomar toda la cultura universal desde esta posición americana. Un escritor como Juan José Saer, con textos como “Glosa” o “La grande”, construye una identidad cercana a otro gran poeta que es Juan L. Ortiz, que tiene una mirada y temas profundamente reconocibles para los argentinos, como lo hacía también Roberto Arlt. Se construye una identidad a través del lenguaje. Es central que tengamos nuevos escritores y nuevos dramaturgos. Nosotros, la sociedad, nos reconocemos en sus textos, miramos nuestro mundo en los textos.
- La TV Pública dejó de tener programas propios. ¿Es una pérdida de identidad?
- Atacar la Televisión Pública, Radio Nacional, Télam es, precisamente, un ataque a la libertad de expresión en su sentido más profundo. ¿Por qué digo esto? Porque cuando yo pierdo un programa bueno, lo perdió Osvaldo Quiroga, y punto. Me las arreglo. Pero toda la gente del teatro independiente, que ningún programa invitaba, venía a mi programa. Vinieron tanto escritores desconocidos como grandes como Mario Vargas Llosa o José Saramago. Cuando un programa desaparece, el que pierde no es el conductor. Lo que me duele, y mucho, es que pierde la comunidad. Ahora hago un programa de streaming cultural, pero la Telivisión Pública llega a todas partes. Yo tenía una conexión con toda la Argentina. Y la gente del teatro o los escritores tenían una vitalidad que no tendrán en otro medio que no es público, porque ellos tienen otro esquema. Necesitan el rating para sobrevivir. Es un negocio. Que el señor que gobierna la Argentina destruya los medios públicos es parte del ataque a la cultura y a toda la comunidad. Los medios públicos no se rigen por la ecuación económica con la que se rigen los privados.
-¿Cómo se arma la resistencia?
- El teatro siempre está en agonía pero nunca muere. El teatro da batallas. El cine también las ha dado. Todo el tiempo. Por lo general los que estamos en el campo de la cultura somos sospechosos de algo. Bienvenido eso, porque cuando uno lee, estudia o va al teatro o al cine, se le presentan conflictos, dudas, incertidumbres ante la realidad. Suele presentársenos algo que nos permite pensar el mundo en que vivimos. Y un mundo tan desigual como este, con una sociedad que por momentos parecería ser que prefiere la desigualdad a la igualdad, el arte suele proponernos algún tipo de reflexión, de camino a transitar. Por eso el poder de los dictadores, como diría el gran filósofo judío Baruch Spinoza, propone pasiones tristes, no quiere un pueblo culto erótico. En el sentido profundo de la palabra: erótico no es solo lo sexual, es abrazar a los hijos, tomar un café, compartir la vida con otros, que te gusten el teatro, el cine, las buenas cosas. Así que me parece que estas ferias del libro sirven para sembrar algo.
Precios y horarios
La cita es en la Sociedad Rural
La Feria del Libro Tucumán abrirá sus puertas hoy de 14 a 24, en el predio de la Sociedad Rural de Tucumán (avenida Camino del Perú 1.050, Yerba Buena). La entrada general cuesta hoy $ 3.000, pero si sos socio de Club LA GACETA tenés un 50% de descuento y pagás solamente $ 1.500. Los jubilados pagan $ 1.000 y los menores de cinco años entran sin cargo. Hay una promo familiar a $ 6.000, por la que entran cuatro y pagan solo tres. Entre mañana y el jueves, el horario será de 14 a 22 y la entrada general cuesta solo $2.000; con Club LA GACETA te saldrá $1.000.